Hoy en día, ha crecido mucho el interés sobre el entrenamiento de fuerza, puesto que muchos profesionales del sector de la salud como médicos, enfermeros, fisioterapeutas o psicólogos lo recomiendan realizar de manera controlada por un profesional titulado. Ahora bien, sabemos que el entrenamiento de fuerza se basa en la idea de vencer o ser vencido por una resistencia con materiales como gomas, mancuernas, barras o con el propio peso corporal.
El entrenamiento de fuerza va mucho más allá de donde te puedes imaginar, por ejemplo, cuando vas a hacer la compra y tienes que coger alimentos y ponerlos en el carro, ejerces una fuerza que necesitas estar preparado muscularmente. Además, cuando coges las bolsas al salir del supermercado también tienes que estar preparado. Lo mismo al coger a un bebe en brazos, necesitas estar bien preparado muscularmente para que tu zona posterior de la espalda no te moleste y puedas realizar la acción bien.
Por otro lado, las personas que trabajan muchas horas sentadas también necesitan estar preparadas a nivel postural para corregir sus malos hábitos, ahí este tipo de entrenamiento tiene importancia para mejorar la verticalidad de la espalda. Imagina que el ascensor de tu casa está averiado y tienes que subir las escaleras o imagínate que llegas tarde a la parada del autobús y tienes que acelerar el ritmo o incluso pegarte una carrerita, en estas circunstancias será muy importante el trabajo de fuerza para estar preparado muscularmente cuando estas acciones se produzcan.
